La excusa perfecta para volver a la carga con el blog ha sido el primer debate de los cuatro candidatos potenciales a la presidencia del gobierno de España. Unas elecciones que se celebrarán el próximo 20 de diciembre de 2015, y que ya han movilizado a mucha más gente que las anteriores (o eso parece).
Izq a dcha: Pedro Sánchez (PSOE) Pablo Iglesias (Podemos) presentadores y moderadores Vicente Vallés y Ana Pastor Albert Rivera (C's) Soraya Sáenz de Santamaría (PP) / Foto: La Vanguardia |
Hubo temas para debatir, muchos. Pero, como también he visto en otros medios, no fui la única que echó en falta temas como la sanidad. Destacó, a mi parecer, los nervios de un primerizo Albert Rivera, una Soraya Saénz tan segura de sí misma que no admitía replica alguna, muchas risas y comentarios por lo bajini de Pedro Sánchez y a un reivindicativo Pablo Iglesias. Después del debate, y tras una jornada cargada de noticias sobre el cara a cara de los tres candidatos (más la infiltrada en su papel de portavoz), la victoria se la llevó el líder de Podemos. Y estos medios no están nada desencaminados. Aunque todavía falta ver el resultado final de las próximas elecciones.
Dejando al lado a los ponentes y sus ideales partidistas, los moderadores del debate fueron más bien dos asistentes en un enfrentamiento que, en varias ocasiones, parecía una pelea de patio de colegio. Y no era por ganas de intentar conducir las preguntas y las contestaciones por alusiones. Pero ninguno de los cuatro asistentes parecía recordar la presencia de los periodistas cuando se enzarzaban en unas réplicas y contra réplicas que, al final, parecían repetirse. Las pullitas entre PP y PSOE de "y yo más" y "tú peor". Aunque los partidos novatos en el campo político no querían ser menos y también se lanzaban a tirar de la manta y sacar datos que, si uno sumaba, no coincidían los de unos con los de otros. O tal vez, sí. Pero entonces ¿a quién creer? ¿Qué dato significaba 'bueno' y 'cuál' malo? Puede que sea porque lo mío era la rama de letras. Pero parecía ser que (cómo siempre) cada uno tiraba por su lado y quien cogiera la indirecta bueno estaba, como diría mi abuela.
La batalla de lo nuevo y lo viejo era un continuo que parecía que se dividieran entre PP y PSOE versus Podemos y C's. Aunque Rivera muchas veces dejaba de lado su confrontación con alguno de los veteranos y mostraba de qué pie cojea. Pero sigo sin saber muy bien en que bando se posiciona, porque cada dos por tres cambia de "me gusta lo que defiende..." o "estoy de acuerdo con...". El baile eran interminable. Y sí, también hablo de sus movimientos mecánicos que, intentando parecer relajado y en su salsa, pecó de nervio puro en escena.
Ya sabemos que "lo difícil es gobernar", como no paraba de repetir Saénz de Santamaria, pero lo que no cuesta tampoco tanto es acudir a un evento en el que se te reclama. O en el que por lo menos, por el simple hecho de ser el Presidente del gobierno (simple, por así decirlo) se debería estar presente y defender a tu partido y, en consecuencia, a toda esa gente que un día confió en ti. La confianza se pierde y los discursos triunfalistas ya no sirven. Sin hechos no hay respuesta positiva.
Lo que está claro es que no soy ninguna entendida de la política. Ni pretendo serlo. Aunque sí que sé una cosa, y es que el protagonismo que se les dio a los periodistas los días previos al debate, quedó deslumbrada por cuatro candidatos que, aunque decían mucho y transmitían muy poco (excepto en algunas ocasiones que se merecían algún que otro asentimiento de cabeza), supieron cómo llamar la atención del público. Que para eso estaban allí. Todo hay que decirlo.
Por el momento habrá que esperar a que Mariano Rajoy levante cabeza después de las críticas que le llovieron, y verle en el próximo cara a cara que la cadena Antena 3 prepara para el lunes próximo. Parece ser que el Presidente los prefiere de uno en uno.
Puedes volver a ver el debate en la web de Antena 3
También puedes encontrar más información sobre el cara a cara de Rajoy y Sánchez
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